VENTURA ALEMÁN DE ARMAS. 1933-1984. PLATERO Y ARTISTA
ORÍGENES Y FORMACIÓN
Ventura Alemán de Armas nació en el seno de una familia, humilde de La Laguna. Su padre trabajó en un taller de bicicletas, luego fue taxista hasta que heredó el negocio de su padre, una funeraria. Su madre Luisa, era ama de casa, y en su familia eran panaderos, dulceros y molineros de gofio.
Su padre se empeñó en hacer una gran familia y lo hizo. Dio estudios y trabajos dignos a sus hijos en medio de la guerra y la posguerra. Crecieron en un ambiente familiar de pobreza, pero una familia divertida, feliz y apasionada, con interés por al arte y la cultura. Fruto de la cual surge familia con múltiples creadores, músicos, artistas, actores, escritores y poetas.
De todos sus hermanos destacaron Adrián y Gilberto Alemán de Armas por ser figuras públicas de notoriedad en nuestra isla.
A Ventura desde muy niño le gustaba el dibujo, según cuenta su hermano Adrián en una crónica publicada hace 20 años
La infancia siempre es recurrente. En una habitación llena de trastos Ventura y yo encuadernamos los libros del colegio. Ventura dibuja al Ratón Mickey, creo que el ratón era aún recién nacido, sobre un papel vegetal al ancho de una película de cine Nikc. Una figura arriba y un gesto diferente abajo. En un metro de papel los dibujillos desarrollan su secuencia y la luz los proyecta en un recuadro luminoso contra la pared. Montados sobre una bobina de hilo de coser, el invento supera sus pruebas y se mejora cuando en el reverso del papel vegetal se unta un algodón con aceite de comer, que da más transparencia al cinematógrafo que ha conseguido animar con su ingenio. Por el mismo tiempo, hizo un espléndido dibujo sobre los milagros de San Juan Bautista de La Salle, en aguada de tinta china, sorprendentes para un chico de su edad”
Esa pasión infantil por el dibujo se convertiría en base fundamental de su trabajo ya que es la base de todo trabajo artístico y para él fue fundamental en el desarrollo de sus trabajos de platería repujada, en el que, si bien se acopló al estilo de la orfebrería lagunera, nunca copió ninguna ornamentación de otros tronos, sino que partió siempre de sus propios dibujos, y dedicó especial interés a formarse de manera autodidacta en la anatomía humana, y en construir dentro del trabajo de los tronos y piezas de iglesia pequeños cuadros, bodegones o escenas donde desarrollar su gusto por el dibujo. Por otro lado, la anécdota de su hermano Adrián destaca otra de sus cualidades, su interés por resolver cualquier problema técnico, lo que le llevó a interesarse no solo por conocer al dedillo y con enorme pasión y respeto las técnicas del repujado, sino a conocer también de manos de su maestro César Molina, la técnica del pan de oro, y luego otras técnicas como la fundición de joyería, y el esmaltado a fuego de metales y los baños electrolíticos de plata y oro.
“Ventura era todo un artista, desde el cerebro a la punta de los dedos, desde el profundo ingenio, y desde el inmenso genio. Afable, cordial, humorista, gran lector, conocedor de la Historia del arte y amante de la Historia de la orfebrería. Profundizó en la vida de Miguel Ángel y en la obra de Benvenuto Cellini; consultó talleres de Córdoba o de Barcelona, con los que convivió durante años. Profundizó en el difícil arte de la orfebrería; ensayó la ciencia de los esmaltes; investigó la acción química de los ácidos mordientes para crear fondos y tramas de obras de arte; utilizó baños de plata y de oro, a pesar de los riesgos del cianuro potásico y consiguió efectos espléndidos en la mancha del cobre o del bronce, carcomidos por la acción del clorhídrico y dibujadas las superficies protegidas por el lacre. “ Adrián Alemán.
ESTUDIOS
Inició sus estudios artísticos el taller del platero Rafael Trujillo, en el que estuvo entre 1944 y 1947, y por las tardes completó estudios en la Escuela en la que trabajaba su maestro, Escuela de Artes y Oficios San Alberto Magno en la Calle Anchieta, aprendiendo dibujo, modelado, repujado, joyería, etc.
En el año 1947 y hasta 1954, trabajó con Cesar Fernández Molina, maestro platero llegado desde Córdoba, en el taller que este montó en dependencias de la Iglesia en Santo Domingo, para los trabajos de ampliación del altar Mayor.
Con su maestro César Molina aprendió fundamentalmente la técnica del repujado de metales.
D. Eliseo Izquierdo (padre) lo relataba así:
“Molina trabajaba enfundado en un “mono” de algodón crudo, tal como lo retrató Mariano de Cossío en el mural al fresco de la nave principal del templo, y fumaba como un carretero. Era gran conocedor de los secretos de su profesión y de cuantos tenían conexión o relación, directa o indirecta, con ella. Muchos chicos de entonces solíamos pasarnos las horas contemplando cómo sus diestras manos batían con precisión las láminas de metal, el golpe certero de los mazos y de los martillos en los hierros de repujar, en los pequeños cinceles o los punzones de cabeza redonda dibujando medias cañas, bolas y volutas. Ventura, que fue su primer ayudante, seguía a su lado el trabajo del maestro con atención total, y pronto no fue preciso que le indicara qué herramientas iba necesitando a medida que avanzaba la labor; se adelantaba a ofrecérselas, porque el oficio, el buen oficio del artesano cabal se había apoderado ya de él.” Eliseo Izquierdo P.
LA ORFEBRERÍA Y EL REPUJADO
El término orfebre (de auri faber, el que trabaja el oro) o platero que también se denomina así a este oficio, se refiere al artesano que trabaja el oro, la plata y las piedras preciosas.
En este oficio se incluyen muchas técnicas referidas a los metales nobles, incluidos también el cobre y el bronce entre los mencionados. Las técnicas son el repujado, el cincelado, la fundición, el grabado a a buril, el nielado, la soldadura de metales, el calado a segueta, el engaste de piedras, el pan de oro, el esmalte sobre metal, los baños electrolíticos de plata y oro. Todas ellas fueron aprendidas por Ventura, bien con sus maestros, bien por su cuenta.
El repujado es la técnica más específica de todas las que desarrolló
EL REPUJADO Y EL DIBUJO
El repujado de metales es una técnica que está incluidas en las técnicas del relieve, que es una de las técnicas de la escultura. En esta técnica en la que el volumen se aplasta y se traslada al plano, perdiendo parte de la tridimensionalidad, el dibujo es una herramienta fundamental, como lo es en todas artes planas como la pintura y el grabado.
Ventura comprendió, con el propio quehacer de su oficio, que el dibujo era la herramienta fundamental para conseguir la originalidad de cada pieza, y para conseguir infundirles un dinamismo y vigor que parecen dotar de vida y movimiento a los elementos repujados. En la platería tradicional como en todas las técnicas artesanas, se tiende a copiar motivos de maestros anteriores como manera de seguir una escuela y una tradición, pero para él era fundamental, aunque usará los motivos tradicionales, que el dibujo de cada pieza fuera una pieza original salida de su mano. De todas maneras, nunca valoró los dibujos como pieza acabada, sino como herramienta para llegar al volumen, por lo que no hay archivo de los dibujos que realizó para sus piezas, que destruía al acabar los trabajos, o incluso en sus obras en sus obras personales, dibujados directamente sobre la plancha. El cincelado, y más aún en la obra personal en la que el golpe toma entidad propia como significante, es imposible separar la técnica de la expresión.
LAS FORMA DE LA LUZ Y EL MOVIMIENTO
La imagen religiosa cristiana tiene mucha carga de dolor y sufrimiento, pero la parte que correspondía Ventura tuvo siempre un carácter luminoso. Buena parte de los símbolos que acompañan a las imágenes religiosas son representaciones de la luz y del aura.
Otra característica encontramos para describir su trabajo religioso es el vigor y la alegría de la forma. En el ornamento de la platería tradicional se trabaja habitualmente formas vegetales, flores y hojas, al margen de los símbolos de la eucaristía. A estos elementos vegetales, era capaz de infundirles dinamismo y fuerza, pareciendo que son elementos que brotan, que crecen, que florecen. Esta característica hace muy reconocible el trabajo de Ventura Alemán entre los distintos trabajos de platería que se encuentran en las iglesias canarias.
En el desarrollo de sus trabajos religiosos, a pesar de que la mayoría del trabajo es realización de ornamentos, empezó a destacarse, distanciándose de lo aprendido con sus maestros, por su interés por las escenas centrales de los tronos y altares, donde podía desarrollar los conocimientos de dibujo y anatomía que había adquirido por su cuenta en libros de anatomía y con su práctica del dibujo, e influido por los grandes maestros del arte entre los que destacaba las “Puertas del paraíso” del Baptisterio de Florencia de Lorenzo Ghiberti, la obra de Miguel Ángel Buonarroti y el trabajo del orfebre Benvenutto Cellini, cuyas vida y obra leía con pasión.
También destaca en su trabajo la incorporación de referencias de la simbología popular de las fiestas locales, como son las imágenes de la Virgen del Socorro, los corazones de Tejina en el altar mayor, o una imagen de el Teide en una de las escenas bíblicas que realizó para el trono del Cristo de las Tribulaciones.
SU PRIMER TALLER
“Concluido su aprendizaje y ya como un maestro en su oficio fue a hacer el cuartel, paréntesis por el que pasaron miles de generaciones. De nuevo comenzó su trabajo, esta vez en solitario y lo hizo en un lugar curioso de la casa de Lercaro, por la calle de Tabares de Cala. Era una habitación con techo de bóveda de medio cañón, con una sola puerta de entrada. Allí en aquél espacio singularísimo hizo un buen puñado de obras de arte que se regaron por el Archipiélago .” Adrián Alemán
“Recuerdo su primer taller en la calle Los Álamos, en la Casa Lercaro, en una pequeña celda donde el repiqueteo del martillo no lograba ocultar la música de la vieja radio” Gilberto Alemán.
La Casa Lercaro, edificio en el que hoy se alberga el Museo de Historia de Tenerife, estuvo mucho tiempo medio abandonado. Algunas de sus habitaciones que dan a la calle Los Álamos sí estaban utilizadas, y también algunos espacios abrían hacia la calle S. Agustín, y en ellas se repartían los distintos espacios talleres de artesanos, entre ellos Francisco Álvarez, carpintero ebanista, restaurador del púlpito de la Concepción después del incendio, su Hermano Rafael Álvarez, zapatero, los Hermanos Trujillo, herreros, tenían su taller y sus fraguas en lo que ahora son los patios cubiertos que dan a la Calle Los Álamos, que estaban cerrados.
EL SALTO A LA OBRA PERSONAL
Uno de los elementos más destacados de la trayectoria profesional de Ventura Alemán de Armas y que lo diferencia de todos los maestros plateros antes y después de él, es su paso del trabajo artesano, por encargo, de carácter religioso, a su trabajo personal. A pesar de haber llegado a un elevadísimo nivel profesional, de fantástica ejecución técnica y conceptual en el terreno de la artesanía, y sin renunciar a ello; su personalidad inquieta, curiosa e interesada en aprender y en encontrar nuevos caminos, apasionado del dibujo y del arte, lo llevo a buscar sus caminos en la creación de piezas propias
Ventura empezó su trabajo en tiempo de posguerra por lo que buena parte de sus trabajos no están realizados en plata, ante la carencia de metal, por lo que trabajo otros metales más baratos como el cobre o el latón (bronce-latón), a los que luego se le daba un acabado plateado con baños electrolíticos. En este paso dado por la necesidad se fraguaron importantes avances para su obra futura. Esto le permitió conocer y practicar otros tipos de acabados para sus trabajos religiosos y después, con más intensidad, en su obra personal.
Eliseo izquierdo en un texto que escribió sobre él ya destacaba como este uso de nuevos materiales pobres iba a abrirle puertas a su creatividad personal
“Un buen día Ventura Alemán se atrevió a dar el paso al que su vocación de artista le azuzaba. No podía quedarse en mero repetidor de técnicas bien aprendidas, aunque al volver una y otra vez sobre ellas avanzara en su perfección y consiguiera piezas de ejecución irreprochable. Le desasosegaba la necesidad de crear, de experimentar, de nuevas formas con nuevos materiales que lograran ser concreción de ideas que le bullían obstinadamente, las que el mundo en tomo de niño de la guerra se encargaba de avivar le. Como todo artista que lucha por algo, incluso a contrapelo, se enfrentó pronto a los viejos estereotipos y se arriesgó a hacer obra con metales pobres, los despreciados por tradición y por rango para las labores primorosas de los orífice” Eliseo Izquierdo Pérez
Tal como comenta su hermano Adrián Alemán en un artículo en memoria a Ventura:
“Fue un inconformista y un experimentador en las técnicas de su oficio y en sus deseos de mostrar otra cara más actual de la orfebrería y de sus complejos encorsetamientos. De esta manera no dudó en realizar trabajos singulares donde pudo mostrar el rostro moderno de la orfebrería. Cinceló sus dibujos más contemporáneos, mostrando visiones espléndidas en aluminio, latón o cobre.”
y suma el testimonio de Eliseo Izquierdo
“A la aventura de Ventura, a su empeño de profundización en un arte que fuera expresión de su forma de ver y de entender el mundo que le había tocado vivir, respondieron aquellos metales proscritos como responde siempre la materia cuando la fuerza del arte la doblega y somete. Era una nueva sensibilidad abriéndose paso en un terreno preparado de siempre sólo para la filigrana y el primor. Por aquellos años, más o menos, escribía Manolo Millares que “los nuevos materiales -en función de los cuales se genera la obra- han descosido los forros del mundo plástico, volviéndolos al revés”. Y añadía líneas más adelante: “el arte actual se opone con energía a la fruta bonita y popular presentándola como valedera, y a su posible y falsa tarjeta denominativa; rechaza la manzana sospechosa y sin pecado”. Es lo que descubrió por su cuenta pronto Ventura Alemán y entendió perfectamente, asumiéndolo. De ahí el interés de su obra apenas conocida, la que dio el salto mor tal que va de magnífico artesano a artista creador.
“Ventura había imaginado, había soñado otras historias formales y había encontrado, rotundo y seguro, otros modos para llevarlas a las ingratas superficies lisas, que, a partir de su sensible imaginación, se convertirían en mapas pasionales, cálidos contra la íntima voluntad de su materia.” Luis Ortega Abraham
El salto a la obra personal lo da de la mano de su amigo José Luis Fajardo. Entre ambos se plantean hacer una exposición a cuatro manos trabajando el aluminio con las técnicas de repujado que mi padre dominaba, pero sacándolas de la tradición de la platería religiosa y figurativa, y entrando en los materiales pobres que en este momento entraban en el arte moderno. Esta exposición se realizó en el año 1968 en la Sala de Exposiciones del edificio Central del Cabildo de Tenerife con importante éxito y repercusión en la escena artística local.
De esta exposición ambos sacaron algo importante para sus propias trayectorias. Fajardo conoció rudimentariamente la técnica del repujado de metales, lo que le sirvió para seguir realizando sus propias creaciones en aluminio que siguió haciendo durante los años 60 Y 70, simplificando el lenguaje respecto a los realizados en común con Ventura. Y Ventura abrió la puerta definitivamente a la creación de sus propias obras, libre de las determinaciones del encargo y de la temática religiosa, que se plasmó en dos exposiciones individuales, una en la Sala Conca en al año 1972, bajo el título de “Cobres” y una segunda en 1977 en la Sala de Cajacanarias en la Laguna, entre otras muchas exposiciones colectivas.
TEMAS DE SU OBRA PERSONAL
En sus primeras obras individuales continuó la línea que había trazado junto a Fajardo, con obras eminentemente abstractas, informalistas y expresionistas.
Los aluminios del año 70 con fondo verde son sus primeras obras, totalmente abstractas aun, en las que se denota la explosión de la libertad que la técnica ha encontrado para expresarse, antes amarrada a las formalizaciones de la tradición artesana. El golpe se hace más duro, se deja ver, la línea se quiebra y se ensucia, se enerva.
Sin duda el interés que había demostrado por la figura humana en su trabajo artesano empieza a aparecer también en su obra personal y ya aparece alguna forma figurativa en alguno de estos cuadros de la serie verde, pero de una manera más libre y contemporánea.
También en algunos cuadros de los primeros años de la década de los 70 aparecen formalizaciones figurativas con tendencia a la imagen grotesca y del monstruo.
Se mantiene este tipo de formalizaciones abstractas pero con una intención menos expresiva, más contenida, en los cobres que presentó en 1972 en la sala Conca, y de nuevo con la irrupción de formas figurativas.
Empieza a incluir en sus cuadros las texturas, provocadas con ácido y reservas, acercándose de alguna manera el dripping del expresionismo abstracto, que genera formas con movimientos semiautomáticos y regidos por el azar.
Aprovecha las limitaciones del formato técnico de la caja de repujado para incorporar el montaje de planchas como elemento compositivo.
En los años 74 y 75 realiza pequeños aluminios en los que, conservando los volúmenes abruptos de los primeros cuadros, empiezan a aparecer elementos figurativos, especialmente ojos y formas óseas.
Para la exposición del 77 en Cajacanarias se vuelve mucho más figurativo y con inclinaciones surrealistas y oníricas, y otra serie completamente diferente con la aparición de una formalización más fría, basada solo en recorte y ensamblaje de planchas.
EL ESMALTE Y LAS JOYAS
Su pasión por conocer todas las técnicas asociadas a la orfebrería le llevó a aprender de manera totalmente autodidacta las técnicas del esmalte. Sus primeras piezas las realizó en una fragua que tenía, consiguiendo la vitrificación el polvo de esmalte sin contar con un horno para ello. Mas tarde compraría en Barcelona un horno y el resto de herramientas y materiales necesarios para montar un pequeño taller de esmalte. También inicio una relación profesional con la profesora de esmalte Magda Camps de la Escuela Massana de Barcelona con quien siguió ampliando sus conocimientos en esta técnica, pero como tantos otros proyectos quedaron frustrados por su muerte temprana.
Realizó varios cuadros combinando esmaltes con repujado, y lo utilizó también para la realización de joyas. Joyas que también realizó con la microfusión de joyería, técnica que aprendió y utilizó ampliamente en los últimos años de su dedicación profesional.
LA DECORACIÓN, UN NUEVO CLIENTE
También diseñó y fabricó múltiples trofeos deportivos y de otro tipo como trofeos deportivos en plata para el Club Deportivo Tenerife, el cardón de plata de Radio Popular, la farola del mar para la Autoridad portuaria, una réplica de un velero para al Presidente Adolfo Suárez y otra similar para el Rey Juan Carlos I, una serie de arados en oro y plata para la Caja Rural, una serie de 300 cañones Tigre para el Congreso Nacional de Radiología, una serie de 70 pequeñas esculturas en plata para la Inauguración del Colegio de Arquitectos de Tenerife, o una réplica en pequeño de la escultura del Padre Anchieta en plata para el Papa Juan Pablo II
Asumido que los límites de la orfebrería tradicional, del encargo religioso, se han desbordado, empieza a realizar, de la mano de su hermano Adrián en su dedicación como aparejador, tareas de decoración de locales comerciales en La Laguna y el Puerto de la Cruz, locales como la antigua Agencia Melo, actual Banco Sabadell, El mural para la sede de Iltesa, la decoración de la joyería Centro Suizo, las tiendas de los Almacenes Gámez en la Laguna, para los que diseñó murales decorativos, mostradores, lámpara, etc. La mayoría de estos trabajos desmontados al desaparecer la actividad comercial que las sustentaba.
Entre estas obras destaca el mural para la entrada de la casa particular del propio Adrián Alemán, en el que da rienda suelta a su expresividad personal con la libertad que le otorga el encargante y realiza la obra de mayor formato de su obra personal.
ARTE Y ARTESANÍA
La trayectoria de Ventura Alemán es una de esas que abre el debate que existe entre la artesanía y el arte. En el desarrollo del arte contemporáneo hasta llegar a su etapa conceptual en la que la idea está por encima de todo, la parte técnica ha quedado cuestionada cuando no demonizada, como parte del trabajo artístico; y esto pesa especialmente en artistas como Ventura que viene de un terreno evidentemente sostenido por el oficio y la técnica.
Ventura Alemán de Armas tiene un lugar en la historia de arte canario, tanto por su faceta profesional como artesano platero en el que desarrolló una obra de gran excelencia técnica junto con sus aportaciones a la iconografía en la platería canaria, al nivel de los grandes maestros plateros de Canarias, como por haber dado el salto a la creación contemporánea, realizando una obra personal de gran valor, imbricada en el momento histórico que le tocó vivir.
LISTADO DE ALGUNOS DE LOS TRABAJOS RELIGIOSOS REALIZADOS POR VENTURA ALEMÁN DE ARMAS
• Andas de San Isidro y Santa María de la Cabeza, la Orotava 1956
• Ampliación del trono procesional del Cristo de La Laguna. 1964
• Trono del Cristo de las Tribulaciones durante varios años entre 1960-68
• Frontal el altar de la Virgen del Socorro, Güímar, 1964
• Frontal el altar Cristo , Güímar 1964
• Frontal para la iglesia de Tejina, 1961
• Frontal mayor Hospital de Dolores 1956
• Basa para trono procesional para la Virgen de los Dolores de la Concepción en 1957
• Mesa del altar de Los Remedios de la Catedral hecha en 1958 para la iglesia de las Madres Dominicas
• la Mesa del Altar de Plata convento de las catalinas. Finales de los 70
• Coronas Mª Auxiliadora, La Orotava 1960
• Reclinatorios del Cristo de La Laguna, 1964
• Plato con la cabeza del Cristo de La Laguna, para el monumento, 1968
• Ambón de la Iglesia del Cristo de La Laguna.
• Mesa del altar del Cristo de La Laguna
• Dorado Altar mayor en Tegueste años 80
• Aureola de la Virgen del Carmen de Los Realejos, 1982
• Sol de la Virgen de Los Remedios en Tegueste, 1978
• Rostrillo para la Virgen de La Candelaria en 1956.
• El trono del Cristo de la Cañita de 1956
• Andas para la Virgen de Breña Baja, 1956.
• Cartelas y gradas para Iglesia de San Francisco en Santa Cruz de Tenerife 1962.
• Frontal para la Iglesia de San Agustín que representaba el Sacrificio de Isaac, de 1963, desaparecido tras el incendio del templo. (Buscar fotos antiguas)
• Cartelas del monumento de la Concepción de 1965.
• Cartelas para el monumento de las monjas catalinas, 1968.
• Encaje para el Sagrado Corazón de las monjas catalinas, década de los 70
• En La Gomera el-dorado de un altar para la Virgen de Guadalupe
• En La Matanza, la gradas del altar mayor.
• En La Orotava, el Sagrario para El Rincón
• En La Esperanza, dos coronas de plata para la Virgen y el Niño.
• Para San Andrés una aureola de oro
• Los seis escudos que representaban a otros tantos obispos que estaban ubicados en el patio del Obispado y se quemaron en el incendio de 2006. (Buscar fotos antiguas)
• Dorado y pinturas ornamentales altar mayor capilla de San Sebastián del asilo de ancianos
• Cruz parroquial en plata de Parroquia de San Juan.
• Detalles del trono de las Insignias de la Pasión. Escalera, Clavos y Gallo.
• Cuadro de la eucaristía para el monumento de las monjas Catalinas.
• Potencias del Cristo de la Sentencia, Monjas Claras.
• Basas y pequeño trono en La Orotava (Adolfo Padrón)
Algunos de sus trabajos.
Algunos de sus trabajos.